..:: 17.09.2010 ::..

Cuando ya no te quedan palabras para expresar como te sientes,
cuando lo único que se te ocurre hacer es gritar,
cuando una lágrima es lo que expresa mejor lo que quieres decir...
así es como me siento a veces, aunque no consiga gritar.

Intentas ser razonable, comprensiva, no perder los nervios,
pero no sabes como llega un momento en que ... simplemente te agotas.
Se agotan tus fuerzas y las ganas de buscar palabras coherentes,
se agota la batería del pensamiento y la razón y pierdes las riendas,
aunque no quieras.

Pero no puedes hacer nada!

Es como te sientes y punto. Te vas. Te sientas en una habitación a solas.
Y lloras, gritas y haces lo que en ese momento te venga para cargar esas pilas,
para no perder los nervios delante de él, aunque eso a veces te carcoma.

Cuando te calmas las palabras vuelven a fluir, no por eso,
sin el rastro de las lágrimas ya secas, que minutos antes has tenido que derramar.
Lágrimas que han sido compañeras y, desgraciadamente, siempre lo serán.
Siempre están contigo cuando quieres estar sola.

Quieres calmarte, quieres explicarte y que entienda el porqué de la situación.
A veces lo consigues, a veces no.
Pero así es la vida, así es el amor.
Un tira y afloja entre las dos personas que componen ese núcleo,
entre sus maneras de ver las cosas y sus maneras de querer.

Nunca serán iguales,

y nunca cesaran estos momentos.

Estos momentos en los que quieres desaparecer porque parece que no vales lo suficiente,
porque parece que no tienes lo que hay que tener para mantenerte fuerte,
para no llorar o gritar... pero es que el amor es así! un cúmulo de sentimientos que a veces se expresan de la manera más insólita... con un grito, con un llanto, con una lagrima ...

o con un beso.