19 febrero 2007

19--02--2007

Que traicionero puede llegar a ser el corazón, ahora te quiero, mañana ya no.
No fue extraño para mí el dejar de quererte, pero ahora lo es el haberte llegado a querer.

Sigo buscando la razón por la cual me cegaste, y parece que sigo ciega porque soy incapaz de verla. Solo veo como estoy ahora y como estuve antes; ahora bien, antes... enamorada.

Dime qué me diste, qué me dijiste, qué hiciste para conseguir que sintiera algo por ti, no para buscarlo, encontrarlo, y volver al mismo lugar donde estaba, sino para evitarlo, y poder ser libre de tí.
No te odio, és más, te quiero, y mucho, pero de manera distinta... no se.
Al sonar tu nombre ya no aparecen las mariposas en mi estómago, y te quiero, si, pero sin las mariposas.

No me imagino sin tí, ya eres parte de mí, pero... lo prefiero así, sin amarte. Pudiendo disfrutar de tí sin el prejuicio del amor, y siendo libre del hechizo de tus ojos.

A veces me pregunto si estaré hecha para tí, o tú para mí, si he hechi bien en olvidarte, o me equivoqué, pero... sabes? mejor asi... si algo ha de pasar, ya pasará.... a su tiempo.